Foto: José Latova Fernández-Luna

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Museo Museo Nacional de Ciencia y Tecnología
Inventario CE1988/022/0001
Clasificación Genérica Hardware; Informática; Bienes de consumo
Objeto/Documento Lector - Perforador de tarjetas
Autor/a International Business Machines Corporation ( IBM )
Título IBM 1442
Conjunto Sistema informático IBM 1130
Materia/Soporte Acero inoxidable
Hierro
Aluminio
Plástico
Pintura
Dimensiones Altura = 121 cm; Anchura = 113 cm; Profundidad = 62 cm
Inscripciones/Leyendas En el ángulo superior derecho de la parte trasera, en una etiqueta de papel
IBM 1442 - 05320375
Firmas/Marcas/Etiquetas En el mueble, ángulo superior derecho, en dos chapas metálicas, Impresión
IBM 1442 / CARD READER PUNCH / MANUFACTURED IN ITALY
Datación 1968[ca]
Lugar de Producción/Ceca Italia (Europa del Sur, Europa)
Lugar de Procedencia Madrid (m)
Lugar Específico/Yacimiento Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX)
Clasificación Razonada La lectora-perforada de tarjetas IBM 1442 podía leer 300 o 400 tarjetas perforadas por minuto y perforar entre 80 y 160 columnas por segundo, según el modelo. Las tarjetas eran perforadas y leídas de a una columna por vez y aceptaba tarjetas binarias. Incluso, podía crear -pero no leer- las denominadas tarjetas "IBM Doilies", que contaban con todos los agujeros posibles que podían hacerse; algo que pocos equipos IBM podían realizar sin daños permanentes.

En el Sistema Informático IBM 1130, la lectora-perforadora de tarjetas IBM 1442 podía utilizarse junto con el lector de tarjetas IBM 2501. De esta forma se obtenía un aumento significativo en la velocidad de lectura y un menor uso de la CPU (Unidad de Procesamiento Central IBM 1131).

Las tarjetas perforadas son láminas de cartulina que contienen información en forma de perforaciones. Existían fundamentalmente dos tipos de tarjetas: las desarrolladas por Remington Rand y utilizadas en los ordenadores UNIVAC, con 45 columnas y perforaciones circulares; y las de IBM, de 80 columnas y perforaciones rectangulares, que fueron las que finalmente se impusieron.

Fueron ideadas y patentadas por Hermann Hollerit en 1889. Uno de sus primeros usos prácticos fue en la elaboración del censo de EEUU en 1890. Sin embargo, no fue hasta la introducción de los ordenadores cuando encontraron su desarrollo definitivo, especialmente durante las décadas de 1960 y 1970 puesto que resultaban imprescindibles para la introducción de datos en las máquinas.
Catalogación de la Lastra González, Ignacio
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